En el constante vaivén de la
vida
el destino o la casual
suerte
me han permitido conocerte
a ti, oh gran mujer divina
y perdido en tus ojos bellos de niña
en silencio aprendí amarte
porque nada tengo para darte
ternura, caricias, puedo ofrecerte
fidelidad, lealtad hasta la
muerte
mi vida, mis manos para
cuidarte.
Pero todo esto no basta para
tenerte
es la sociedad que nos
condena
será mejor irme lejos con
esta pena
aunque muera de amor al no
verte
que puedo hacer si esta es
mi suerte
partiré con el corazón en
desacuerdo
cargaré solo con el recuerdo
y con los momentos más
bellos
vivirás por siempre en mis
sueños
hasta el final del tiempo.
Al mirar atrás, recordaré
los mejores momentos vividos
tu sonrisa angelical de niña
que me ha conquistado
tu cuerpo esculpido de diosa
que tanto he amado
tu perfume que me ha
seducido
tu suave respiro que llevo
grabado
la tristeza que llevas
contigo
y todo lo que has compartido
conmigo.
Un día, cual ave emigrante
retornare desde un lugar lejano
en busca del nido tanto añorado
que el destino logró apartarme
y que el tiempo no pudo robarme
será cuando tu recuerdo en mí
se haya desvanecido
y la esperanza esté por abandonarte
cuando todos te hayan ignorado
cuando el tiempo cruel
casi todo nos haya robado
dejándonos solamente
profundas cicatrices en el alma
y recuerdos vagos
de un tiempo casi ya olvidado.
La emoción invadirá mi ser
y unas lágrimas quizá
mojen mis párpados cansados
mirándome a los ojos ya
nublados
preguntaras, que sucede
perdido entre recuerdos
arrugados
te diré nada
tan solo ha sido el viento
y te amaré tanto en silencio
por todos esos años no
vividos
por los planes no realizados
por el amor negado.
Tomados de las manos,
caminaremos
por un sendero transparente
de cristal y plata
y no nos volveremos
atrás
sino para contemplar al sol
que al igual que nuestras
vidas
le ha llegado la hora del
ocaso
y nos perderemos
en el corazón de la noche
sin luna y sin estrellas
sin dolor y sin penas.
Aprovechando la oscuridad
que no se conmueve
te robaré el beso tanto
esperado
sorprendida preguntarás, que
sucede
embelesado por el néctar que
he probado
y los recuerdos de los años que
han pasado
te diré nada
tan solo ha sido el viento
y te amaré tanto en silencio
sentiré que te necesito
así como el lago necesita
del río
y el río necesita del agua
para existir todavía.
Nuestros cuerpos ya cansados
por los años transcurridos
harán dormir a nuestras
vidas
sedientas de lo sueños
negados
y en aquella noche eterna
mi alma sentirá frío
buscaré calor en tu seno
y en tus átomos aún tiernos
hasta fundirnos como el
eterno sol
que no veremos más
y hasta en ese momento
preguntarás
que sucede
los pocos átomos de mi alma
cósmica
te dirán nada
tan solo ha sido el viento
y te amare tanto en silencio
por siempre eternamente
hasta el final del tiempo.
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