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24 jul 2014

MI AMIGO BURRO MORO

Aunque ya era adulto
su alma era la de un niño,
fiel amigo, buen compañero,
ahora que lo recuerdo,
añoro esos días de ensueño,
entre verdes prados floridos
y doradas espigas de trigo centeno.

Era blanco como la nieve,
fuerte como el acero,
grande como hay uno solo,
noble como la plata y el oro,
hasta ahora no comprendo
porque lo bautizaron Moro.

Aunque ya no era entero,
su paso era hidalgo y ligero,
y cuando iba al galope
era veloz como el rayo,
y ningún asno del pueblo
batía a mi compañero.

Yo no olvidaré esos días  
de primavera y de invierno,
de siembra y de cosecha,
en el trabajo y en el juego,
al galope o al trote,
siempre listo siempre noble
tan valioso como el oro,
yo no olvidaré mientras viva,
a mi gran amigo Burro Moro.


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Foto: Beautiful animals