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28 nov 2013

LA PUERTA ENTREABIERTA

Nunca cerré la puerta
sabiendo que te habías ido,
la dejé siempre entreabierta
por si un día volvieras,
como un grito mudo al olvido
tratando en vano de retenerte,
porque el amor es indomable
como un evento divino,
como un equino salvaje,
como el mar, como el tiempo,
como alas de águila en el viento.

Un día te fuiste en silencio
y en silencio hoy has regresado,
no temas, ven, entra  en este río
a saciar tu sed hasta el hastío,
hay mate y hojarascas con miel
para saciar tu hambre,
abrigo, ternura y calma  
para sosegar tu alma,
puedes quedarte cuanto quieras
o puedes irte otra vez mañana,
amor libre sin  tiempo,
pero recuerda que,
la puerta entreabierta,
en cualquier momento 
lo puede cerrar el viento.


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Foto: Flickr